miércoles, 9 de diciembre de 2009
LOS MAYAS Y LA MÚSICA
Hay muchos enigmas pendientes de solución en el estudio de la civilización maya. La música plantea uno de los más curiosos. Conocemos decenas de representaciones de músicos, en los relieves, en las pinturas murales o en los vasos pintados, a veces verdaderas orquestas, lo que significa que debían ser muy raras las ceremonias que carecían de su acompañamiento musical. Es lógico en una cultura barroca, habitante de un bosque tropical repleto de sonidos. Por desgracia ignoramos las melodías, aunque podemos imaginar cómo se escucharían instrumentos como trompetas de cerámica, resonadores, flautas, ocarinas, pitos, tambores, sonajas y otros por el estilo. Muchos de esos objetos se han hallado en las excavaciones arqueológicas. Y aquí está el enigma: hasta donde llega mi conocimiento, nunca se ha visto representado en el magnífico arte maya un instrumento de cuerda, lo que resulta sorprendente en un medio en el que abundan las fibras, las lianas, la cordelería, incluso las tripas de animales sacrificados o consumidos. La selva sugiere constantemente sonidos de vibración y multitud de cajas de resonancia ¿por qué los mayas no apreciaron esa posibilidad musical, como hicieron otros muchos pueblos?
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