¿Qué se dicen los mayas de esta vasija?

¿Qué se dicen los mayas de esta vasija?

miércoles, 19 de febrero de 2014

LAS ESCALERAS

Un rasgo muy interesante de la cultura maya, presente en numerosas ciudades del norte y del sur de la península de Yucatán, es el de las escaleras decoradas con textos jeroglíficos. Lo primero que me apetece preguntarme es la razón de la abundancia de escaleras en los centros urbanos: ¿no les resultaba incómodo, incluso impracticable en ocasiones, tanto subir y bajar? Es indudable que los mayas estaban interesados en reproducir en la traza de las ciudades la irregularidad del terreno salvaje; la ciudad era un trasunto del mundo, y de igual manera que contenía reproducciones de las montañas (las pirámides), tenía reproducciones de los mares (algunas plazas o patios), y, por supuesto, de los contornos topográficos. Así se hacía "cultural" la naturaleza y el universo. A los incas les entusiasmaba trabajar los grandes afloramientos rocosos, regularizándolos, geometrizándolos; a los mayas les ocurría igual con los desniveles, les encantaba salvarlos con escaleras. No en vano Ceram dejó hace muchos años un título para la posteridad cuando se refería a Mesoamérica en su famoso libro de divulgación: El libro de las escaleras. Y ahí aparecen las inscripciones, que, indudablemente, se relacionan con la actitud de pasar de un nivel a otro, de ascender (cuando se desciende no se pueden ver, están en el peralte). Obviamente, esas inscripciones, como las restantes, exaltan casi siempre a los gobernantes, pero colocadas de esa manera, en Dos Pilas, en Dzibanché o en Oxkintok (donde yo tuve ocasión de excavar una de ellas), acercan a los que las superan a las alturas de la sacralidad o el poder, presentes invariablemente más allá. Una constante que se puede comparar con otros contextos de la Antigüedad mundial.

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